De verdad que tonto fue,
Aquel que te dejo ir
Eres un tesoro inigualable de belleza
Y un cofre lleno de ternura
Te dejo como un río caudaloso
Esperando que unas manos apacigüen
Tu corriente tempestuosa
No supo aprovechar esa oportunidad
Que le ofreciste a brazos abiertos
Fue un verdadero estupido
¿Despreciarte?
Me hace dudar de su hombría…
Como pudo,
Me de risa tanta idiotez
Nunca le voy a perdonar
El sufrimiento que te ha causado,
Y si un día he de tener la oportunidad
Haré de alguna forma justicia,
Tus lágrimas nos las merece nadie,
Y menos un cobarde como él,
Recuerda eso…
Carlos Medina Ibarra
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