Se ve en tus ojos negros
La belleza milenaria
Que bebe tu dulce boca,
Eres lo más hermoso
Que se cruzo en mi camino
La rosa, la aurora,
Serafín de sueños e ilusiones,
Tu rostro es un “blue”
De dulces violines
Y partituras suaves
Cual suave es el calido viento
Que deja la ola cuando rompe
En la arena blanca,
Tienes la belleza
Como tu nombre,
La ternura como apellido
Y ese extraño misterio
Que solo habita bajo los ojos
De una mujer
Simplemente niña mía
Eres una joya forjada
Por los mismísimos Dioses…
Carlos Medina Ibarra
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