Te extraño corazón mío,
Y me duele tanto este silencio
No saber nada de ti,
Diluirme en mi propio olvido
Sin gloria
Ni pena,
Me duele el poema que escribo
Y no leerás ya,
Saber que las rosas de mi jardín
Se marchitaran poco a poco
Mientras te alejas
Cada día más,
Y los dos tomaremos
Caminos distintos
Yo te extrañaré
Tú quizás no,
Y dolerá tanto el estío
Dolerá tanto la ausencia
Que las heridas de mi alma
Sangrarán como sangra el cielo
En el cercano apocalipsis,
Te extraño mi querida rosa blanca
Y sé que te extrañaré más
Cuando tus ojos negros
Se extingan en mi mirada
Para la eternidad
Y ya solo estén
En mis tristes sueños…
Carlos Medina Ibarra
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